La paradoja de “La Fundación”

Autoria: Damaris Ainhoa Ponce Orellana, 2n Batx

En una mañana cargada de expectativas, la compañía Teatre de Ponent presentó su última producción, La fundación, una obra dirigida por la talentosa Txell Roda y escrita por el renombrado dramaturgo Jonay Roda. Esta pieza adaptada de Buero Vallejo nos lleva a una reflexión sobre la prisión física y la prisión mental. La línea principal acompaña el personaje protagonista al descubrimiento de la realidad que lo rodea y que tiene subvertida a causa del que hoy diríamos estrés postraumático, que lo supera, lo hace bordear el delirio.

La obra de Jonay roda y Txell Roda, conocidos por su habilidad para mezclar géneros y estilos, destacan por la originalidad y profundidad de sus personajes y situaciones. La fundación explora las distintas facetas del ser humano y las dificultades que enfrentamos en la vida moderna, mientras cuestiona la relación entre realidad y la idealización de un mundo idílico. La dirección de Fernández se enriquece con un equipo creativo excepcional, representado por Joaquin Maties Daniel, Oscar Jarque, Eloi Benet y Carlos Ernesto Conde; incluyendo la iluminación/ actuación de Noel Jiménez.

La puesta en escena es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos más destacados de La fundación. La escenografía, creada por Txell Roda, nos transporta a la España franquista, dónde el mismo Buero Vallejo batalló en la guerra civil como un militante comunista. La
puesta en escena es puesta en una presuntuosa cárcel franquista, que se convierte en una fundación dedicada a la investigación; la celda se transforma en una confortable habitación, con vistas al campo y delicado menaje; a sus compañeros, los presos políticos, les cambia la profesión para adaptarlos a su papel de investigadores de la Fundación… Llega, incluso, a crear una novia ideal: Berta de Tomás es como la Dulcinea de Don Quijote, un producto de la imaginación del protagonista.

El elenco de “La fundación” brilla con luz propia, destacando la actuación de Óscar Jarque en el papel principal de Tomás, un prisionero atrapado en su propio mundo idílico, encarcelado en una triste y dura realidad. Jarque logra transmitir las emociones y conflictos internos de su personaje con gran sensibilidad y autenticidad. Mientras, el resto del elenco, incluyendo a, Noel Jiménez, también ofrecen actuaciones sólidas y conmovedoras, permitiendo que el público se identifique con los personajes y sus sentimientos respecto a la injusticia histórica del momento. Lo más sorprendente de él es la combinación entre participar como Max y al mismo tiempo ser el técnico de sonido e iluminación.

“La Fundación” es una obra que invita a la reflexión, no solo sobre nuestra propia vida e identidad, sino también sobre el poder del teatro para informar y comunicar. A través de la magia del escenario y las actuaciones de su talentoso elenco, esta producción nos recuerda como el ser humano vive tan engañado como Tomás en su Fundación. Vivimos en un mundo engañoso que pretende ocultarnos la cara trágica de la vida: la muerte, el hambre, las injusticias… El ratón de Berta, Tomás, representa al propio Tomás y al ser humano en general: un prisionero cuyo destino es la muerte. Por tanto, la importancia que da la obra a cómo se debe de enfrentar nuestra realidad respecto a nuestras vivencias traumáticas y a cómo sobrellevarlas respecto la situación, incluso cuando estos parecen incurables.