Crítica teatral de La Fundación 4.0

Autoria: Júlia Novés Melià, 2n Batx

Distinguir entre la realidad y la ficción puede ser difícil y aún más si no quieres o no puedes reconocer sus diferencias. La Fundación 4.0, una adaptación de la compañía catalana «Teatre de Ponent», con más de veinte años en activo, nos hace reflexionar sobre la cárcel mental y la física desde la mirada de Tomás.

Se trata de una adaptación de La Fundación (1973): una de las obras de teatro más célebres del dramaturgo español Antonio Buero Vallejo. Escrita en el contexto de una dictadura, el autor plasmó algunos aspectos de esta, como las sentencias de muerte, un método de represión común que él mismo sufrió, aunque no acabo ejecutándose. Jonay Roda, el encargado de la adaptación, y Txell Roda, la directora, mantienen en La Fundación 4.0 estos elementos que trascienden el significado teatral. Asimismo, el vestuario empleado rinde homenaje, con sus camisetas, a algunos intelectuales perseguidos y asesinados por el franquismo.

La historia sucede en una habitación con deslumbrantes vistas equipada con una televisión, música, libros de todos los géneros literarios… una sala de la Fundación dónde conviven seis compañeros: Tomás, Asel, Tulio, Lino, Max y el Hombre. Todos ellos están destinados a realizar grandes proyectos dentro de la institución. Sin embargo, las posibilidades de lograrlo se van desvaneciendo a la vez que Tomás, el protagonista, va desvelando verdades que lo cambiaran todo.

El elenco está formado por Oscar Jarque (Tomás), Eloi Benet (Asel), Joaquin Maties (Tulio), Noel Jiménez (Lino) y Carlos Ernesto (Max). Asimismo, Maties también se pone en la piel del Encargado, uno de los trabajadores de la Fundación. Por otro lado, el Hombre es interpretado por uno de los actores, irreconocible por las sábanas que lo cubren. Innegablemente, una de las características más interesantes de La Fundación 4.0 es su inteligente reparto de personajes, puesto que la obra se ejecuta íntegramente con cuatro actores y un técnico de sonido e iluminación (Noel Jimenez) que, excepcionalmente, se viste de actor. Igualmente, Jimenez se encarga de dar vida a la voz de Berta, la novia de Tomás, y a todos los sonidos ambientales que le dan un toque de realismo a la obra. De este modo, «Teatre de Ponent» consigue una teatralización dinámica y divertida.

La escenografía es uno de los elementos más característicos de La Fundación o su adaptación, en este caso. Es esencial para hacerse una idea de cómo vive Tomás, de su mundo. Ciertamente, en el escenario no aparecen todos los elementos descritos en las acotaciones de la obra original, por limitaciones técnicas, según la directora, pero se juega con la perspectiva de los espectadores y el posicionamiento de los elementos: la cama, la mesa, el retrete… para ejemplificar la evolución de la habitación al mismo tiempo que la del personaje principal, Tomás.

Actualmente, la obra se representa en el SAT! Sant Andreu Teatre y está dirigida exclusivamente a los estudiantes que cursan bachillerato. De hecho, tiene la intención de motivar a este colectivo a leer la obra de Buero Vallejo, una de las lecturas obligatorias del curso, teatralizando en sesenta minutos los aspectos más relevantes de esta. De la misma manera, «Teatre de Ponent» adapta, con el mismo propósito, otras obras literarias españolas y catalanas como Nada de Carmen Laforet o La Plaça del Diamant de Mercè Rodoreda.

En resumen, La Fundación 4.0 plantea a sus espectadores temas como el poder de la mente humana, el compañerismo y las ansias por sobrevivir de una generación oprimida. Lo hace a partir de una puesta en escena memorable que sin duda merece la pena.